miércoles, 2 de febrero de 2011

Aferrandose a lo finito



Esta es Irene, a pesar del frío de la ciudad donde vive sus ojos muestran calidez en todo momento, los años han hecho estragos en ella, sus mejillas están caídas y no es para ella fácil tener una posición ergonómicamente adecuada para evitar el dolor de sus articulaciones. Es graciosa parece una joven de 20 años que puede encontrarle broma a cualquier cosa que suceda, es el espíritu que me gustaría tener dentro de 60 años, aunque se que mi temperamento funciona diferente y tal vez no llegue a ser un viejito tan alegre.


Ella no vive sola, su sobrina y algunos familiares la tienen consigo, de forma que cualquiera pensaría que es una anciana feliz, pero algunas personas de esta sociedad tienen una capacidad de olvido y dejadez que raya con la inmundicia. Irene vivía en Cali hace 8 meses, y vivió allí durante muchos años, en esa ciudad encontró fundaciones donde podía comprar el tamoxifeno, la medicina que debe tomar a diario para que no siga avanzando su cáncer.

Cuando viajó a Bogotá con su familia, llevó consigo suficiente tamoxifeno para más de 6 meses mientras encontraba en la gran capital otra fundación donde seguir comprado eso que le ayuda a aferrarse a la poca vida natural que le queda.

Pero es aquí donde el olvido de la familia y la sensación de que todo está bien es capaz de dejar solos a los ancianos que ya no pueden moverse tan bien como nosotros, se encuentran con que nadie de su casa hace algo para encontrar su medicina antes que se acabe, el reloj corre y ella trata de tomarlo solo día de por medio para alargar su fecha de vencimiento, su desespero hace que por su rostro se deslicen lágrimas de dolor y lastima por todo lo que los años 80 años hacen en el ser humano.

Y es más, mientras me pide que por favor le envíe desde Cali esa medicina que ella necesita y no recibo los 20 dolares que me quiere dar a cambio, siento que sus lagrimas ya no son de dolor sino el sentimiento nostálgico de que alguien le vuelve a demostrar amor.

El servicio es una de la muchas maneras como demostramos que Dios nos hizo para pertenecer a una familia, que nosotros alguna vez tendremos necesidad y que no importa cuando te diviertas en este fin de semana, el regocijo de ver una sonrisa en alguien que no puede tenerla por sí mismo es mejor que el sexo loco en una playa paradisiaca.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Al borde del infierno, Inocencia

27 de Noviembre 2010, 3:20pm

después de un agitado día lleno de alegrías, era de esperarse que estuvieramos agotados, los viajes largos siempre dejan algún dolor en cualquier parte de tu cuerpo, y más cuando para viajar a la frontera no es muy usual ver súperbuses, porque estos se enfocan más en viajar a la capital o a ciudades más grandes.

Así llegamos de Tulcán a la terminal de Ipiales y abordamos un pequeño bus que según voz de la empresa supertaxis, "su empresa amiga", era directo hasta Pasto y despues hacia Cali. Vivímos un buen viaje lleno de risas, grabando los precipicios del bello paisaje Nariñense y aguantándose la silla y el olor de un bus no apto para seres humanos.

Reíamos el ver las fotos y los videos que habíamos tomado, era emocionante pasar tiempo con mi madre, estabamos solos ella y yo, viviendo un buen paseo y mejorando nuestras vidas a traves de la relacion.

Al llegar a pasto disfrutamos de un delicioso dulce , algo como un arequipe, con coco, y esperamos un rato antes de que continuara el camino.

martes, 21 de septiembre de 2010

el premio del azar


Es increíble como las mujeres deben vivir en esta sociedad que les recarga todo a ellas, y les exige mas y mas, mujeres que deben trabajar, hacerse cargo de los oficios de sus casas y de sus hijos; todas son tareas complicadas que les hace dificil realizar la mas importante, verse bellas.

Ella estaba trabajando como siempre, arduamente, no se sabe en que piensan, su trabajo es tan monotono que seguramente le queda mucho tiempo para pensar en otras cosas, todos los quehaceres pendientes, cuando recibe una llamada muy temprano, muestra una expresion de emoción que se confunde con miedo, confusion y alegria. Así es como Dora una operaria que tiene sus manos "feitas" de tanto hacer, se cubre el rostro, sus lagrimas corren y da gracias a Dios por ganarse esa lavadora en un supermercado de Puerto Tejada, la alegría de disminuir una tarea para tratar de mejorar su vida, una que le ha dado duro desde pequeña.

Es hora de verla nuevamente trabajando con una imperdible sonrisa, que sin maquillarse la hace ver hermosa, resplandeciente, lista para afrontar el dia mas largo desde hace quien sabe cuanto tiempo, una larga espera para recibir con entusiasmo el premio del azar.

♫ la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida ♪